Hola mi nombre es Yolanda, soy alumna del T.E. Kairós, en este artículo quiero contar y narrar mi experiencia en el taller desde el comienzo hasta ahora.
Comenzamos el día 12 de febrero a la 7.30 de la mañana, recuerdo que llegué insegura pero con mucha ilusión, no sabía lo que me iba a encontrar, desde las profesoras a mis compañeros.
A medida que han avanzado los días me siento muy cómoda en el ambiente que hemos creado, estoy a gusto con mis compañeros y profesoras.
La primera salida programada consistió en sentir que sensaciones tienen las personas con discapacidad sensorial (auditiva o visual) y discapacidad física. Experiencia totalmente desconocida para mí, discapacidad visual, te sientes perdido, desorientado, con una sensación de no saber dónde estás, poniendo toda tu confianza en la persona que llevas a tu lado (acompañante) que te va explicando y guiando por dónde vas y que es lo que tienes que hacer. A partir de entonces comprendes todos los obstáculos con los que se encentran al salir a la calle, algo que nosotros hacemos con normalidad para ellos es muy complicado.
Comenzamos a día a día a aprender, conocimientos diferentes desde que son los protocolos de una institución social, turnos de trabajo, hasta los nombres y diferentes posiciones básicas y cambios posturales: decúbito supino. Decúbito lateral, decúbito prono, fowler o semi-fowler, tredelemburg y tredelemburg invertida, Litotomía o ginecológica.
Pero llegó el día 13 de marzo, nos comentan que a partir de ahora vamos a tener que realizar el trabajo on line, realizamos en clase varias pruebas y varios grupos de comunicación a través de diferentes programas que yo nunca había oído.
Empezamos a trabajar, los dos primeros días fue raro y diferente, ahora solo puedo decir que este confinamiento nos ha separado (sólo físicamente), seguimos con las clases a tope, y querría dar las gracias a nuestras profesoras por la paciencia que tienen con nosotros. Ha sido un cambio drástico que vamos superando día a día.